La arquitectura vernácula en Cuetzalan, es el resultado de dos influencias; la naturaleza del clima y los recursos de la región, así como la influencia histórica de la cultura indígena precolombina y la española que durante un largo proceso fusionaron los elementos que le son afines; sin embargo, posee grandes méritos en su expresión formal y de conjunto.

De hecho la relación armónica con el conjunto se manifiesta tanto en la función como en la forma. Cada elemento de que están compuestas las viviendas tienen una función estructural o espacial determinada y al mismo tiempo un valor bien definido dentro de la composición, no solo de la fachada en particular, sino de la ciudad en general.

Muchas de sus calles ubicadas dentro de los límites de Zona Monumental, son esenciales, ya que al caminarlas se encuentran
múltiples perspectivas que denotan la coherencia y la unidad. Su arquitectura posee una pureza de líneas, una autenticidad de materiales y un espíritu en la forma que habla de un pueblo que con sabiduría y amor supo resolver el espacio para habitar y vivir.

En suma, los elementos que conforman la arquitectura de Cuetzalan tienen una razón de ser, un porqué; han nacido como resultado de un largo proceso de experiencias que han pasado de generación en generación. El valor arquitectónico de la ciudad de Cuetzalan radica en su conjunto y respeto a las relaciones espaciales que forman un todo armónico.